Casting para Lucrecia María de Santillana.

Personaje y Grupo: Lucrecia María de Santillana. [Alta Nobleza]

¿ Porqué quieres este personaje ?: Puff....por muchísimas cosas: la primera porque me encanta en la serie. 
Tiene un papel muy grande y divertido de interpretar. Además la actriz lo hace estupendamente, esa es otra. 
Después, me encanta su personalidad: Tan mandona, creída, envidiosa, manipuladora, arrogante... (Pobrina, lo tiene todo...xD) Nunca he hecho de ella, pero siempre era porque estaba ocupada, pero he hecho personajes más difíciles. Así que bueno, haré ahora el casting para ver si me la puedo quedar. 
Gracias! (:

Audición:
Nieva.
Me he levantado de la cama y he visto grandes copos de blanca nieve cayendo al jardín a través de mi ventana. 
He sonreído al verlo. De pequeña siempre me gustó jugar con la nieve, hacer grandes muñecos y guerras de bolas junto a otros niños.
Cómo cambian las cosas...Supongo que si ahora saliese fuera, solo me preocuparía de mis zapatos, mi capa y mi pelo...
Pero bueno, realmente nunca viene mal recordad viejos tiempos. 

Me he quitado el camisón y me he puesto ropa de calle para hoy. Me he recogido el melo en un moño alto frente a mi tocador y me he puesto unos pendientes. Hoy pasará algo especial, tengo un presentimiento. 

Salí de mi dormitorio y bajé al comedor. La mesa estaba puesta ya con el desayuno; los criados sirviendo la mesa y Nuño desayunando ya. 
Camino hacia él dando rítmicos taca-tacas con mis tacones. Cuando estoy a su altura, le doy un beso en la frente y le revuelvo el pelo. 
- Nuño, cariño. Buenos días, ¿Qué tal has dormido? - Le sonrío mientras me voy sentando yo también y me aparto un poco para que me sirvan el desayuno y me pongan la taza. 

El desayuno transcurre tranquilamente. 
El niño pronto termina y se levsnta para ir a vestirse e ir a la escuela. Le miro y cojo mi taza, la cual aún no he terminado. 

Cuando yo también termino, subo a su habitación a ver si está listo. Efectivamente, ya estaba preparado. Vestido, peinado, pero con la misma cara de cada vez que tiene que ir a la escuela. Me acerco a él y le hago una seña diciéndole que nos tenemos que ir. 
- Hijo, sé que no te gusta; pero has de hacerlo. Has de formarte y prepararte. No es tanto tiempo ni es tan terrible, estoy segura. - Suspiro y salgo detrás de él de la habitación. 

Tras el viaje en el carruaje, llegamos a la escuela y, no sé por qué, me spetece bajar con él. 
Le digo al cochero que espere, y me bajo con cuidado de no pisar mis vestidos.  
Hago una mueca al ver a tantos mendigos por las calles y me aparto un poco el flequillo para colocarlo detrás de mi oreja. Los compañeros de Nuño van entrando. Los miro de arriba a abajo y entiendo, un poco, lo que él dice. 

Escucho crujir la nieve bajo mis tacones y veo a Gonzalo acercarse hacia mí detrás de su hijo. Llega a mi altura y hace una reverencia. Yo le miro con una sonrisa y señalo la nieve. 
- Sabes, Gonzalo...La nieve me recuerda a aquella tarde de Diciembre de hace, qué se yo...¿Veinte años?... - Sonrío y respiro un par de veces antes de continuar. - Estoy segura de que tú también recuerdas esa fría, pero magnífica tarde, ¿Verdad?. -  
Ahí lo dejé todo. Ni le dejé responder. Solo le dejé quieto en la puerta. De brazos cruzados mirándome a los ojos. 
Me di la vuelta con gracia y le despedí con la mano mientras subía a mi carruaje y me perdía en el horizonte, todavía pensando en aquel día.